Maravilloso el homenaje que recibió Machado en conmemoración del 80º aniversario de su fallecimiento. La Plataforma de Asociaciones de Villaviciosa preparó un espectáculo vibrante que conjugó poesía, música y teatro para contar la vida y obra del autor de “Campos de Castilla”.
Villaviciosa de Odón, España, el mundo, están crispados. El ser humano continúa con su empecinamiento de ahondar en las diferencias y olvidar los lazos que los unen. Lo que antes se diluía en el aire o se solucionaba con la espada o la metralleta, ahora se confronta en las redes sociales para crear unos ambientes que, a veces, se vuelven irrespirables. Los vecinos se miran con recelo, la fraternidad se queda a un lado y los puentes se dinamitan.
“Tiene narices que alguien que lleve muerto 80 años sea quien tenga que venir a juntarnos”, me dijeron este viernes al acabar el evento. Sonreí, algo triste, pero también esperanzado porque sé que no todo está perdido. Que, si bien hay cosas en las que jamás se podrán encontrar acuerdos, cuando se trabaja juntos se pueden hacer cosas muy grandes. Ojalá que esto no suene naif, pero esta vez Villaviciosa nos dio lo que necesitábamos, lo que aspiramos a ser, lo mejor de nosotros.
Ver un Salón Cívico abarrotado entonando “Cantares” y sus famosos “golpe a golpe, verso a verso” es lo más emocionalmente potente, desde un punto de vista cultural, que ha visto aquí quien esto escribe. Las Villaviciosas fueron una y, unidos como pueblo, salimos de la aldea para hacernos universales. Las caras sonrientes, los abrazos, las felicitaciones de unos y otros al final, los que otros días no se entienden, dieron fe de lo mágico que acababa de suceder.
Unión y profesionalidad
Y lo que había ocurrido, lo que había hecho crear esa atmósfera envolvente de alegría y almas llenas, fue el profundo trabajo de la Plataforma de Asociaciones de Villaviciosa (Moravilla, Asociación de Vecinos, Ecologistas en Acción, Integravilla y Vínculo) para levantar un espectáculo muy profesional en homenaje a Antonio Machado. Junto a la Asociación de Comerciantes (ACEPA) y la colaboración del Ayuntamiento, ACUA y los partidos políticos, cerca de cincuenta personas participaron en el mismo, que duró hora y media y que combinó diferentes ramas artísticas para acercarnos al escritor, errante por España, roto por el dolor de la muerte de Leonor, repuesto de alguna manera con su musa Guiomar y condenado al exilio como consecuencia de la Guerra Civil.
La voz de Meme Rodríguez, gran artífice de este proyecto, condujo como narradora esta obra que tuvo a Manuel Jiménez en el papel del propio Machado y a Fernando Palencia como Juan de Mareina, ese alter ego ulterior construido para vivir con la pena del pasado y convivir con la del presente y la que se avecinaba. Juegos de luces, un mural que nos llevaba a los campos de Castilla, las cartas de Antonio con ilustres como Ortega y Gasset o Unamuno, además de por supuesto la lectura de varios de sus poemas, construyeron un escenario potenciado por imágenes y la aparición de la música.
Fuimos ejemplo
Todo lo sensorial, bien elegido, mezclado y rematado, nos condujeron hacia los senderos por los que había discurrido la vida de Machado. Hubo tiempo para sufrir con él, para reír con él, para cargarnos de rabia con él, siempre disfrutando de la virtuosidad de sus palabras, y pensar qué hubiese sido de uno de los mayores genios de nuestra literatura en otro contexto. Con él, con Lorca –espectacular la teatralización de “El crimen fue en Granada”- y con otros tantos que compusieron el segundo gran Siglo de Oro de las letras españolas, roto por esas soluciones de fusil, sinrazón y aniquilación de la cultura.
A nivel nacional hubo enfrentamientos este 22 de febrero por el legado de Machado. El 22 de febrero el juicio a los políticos catalanes también continúa su curso. En Villaviciosa Don Antonio fue de todos y un barcelonés, Serrat, ayudó a que los versos brotasen con más emoción si cabe. En boca del Coro de la Moravilla, el cierre del homenaje fue la entonación casi a oscuras de “Cantares”, que Joan Manuel hizo más popular –o viral que diríamos ahora- y a la que se unió todo el público presente. Al encenderse la luz, todo fueron sonrisas. Un poco increíble y hasta casi inesperado, pero real.
Villaviciosa rindió el homenaje que se merecía el maestro. 80 años después, no sé si es consciente del regalo que nos hizo. Gracias.
Foto: Antonio Machado. Fuente: Zenda Libros
Y aquí el vídeo de los organizadores que hicieron posible el homenaje