La que se avecina
-¡Despierta papá, que ya han llegado! –exclamó Marcos, gritándome en el oído. Había conseguido dormirme hacía poco tiempo, o eso me parecía. Como me pasaba cuando era pequeño, la noche no era, en esas horas previas, un momento feliz. A ver…las cosas ahora habían cambiado un poco, era inevitable, pero la incertidumbre por saber los…