Volvemos a hablar de hip-hop, como hiciéramos aquí con los Chikos del Maíz y aquí sobre Tote y Shotta. En este caso la formación sacada a escena son los sevillanos SFDK (Siempre Fuertes De Konciencia) y la razón es la celebración en este 2018 del decimoquinto aniversario del lanzamiento de su disco 2001 Odisea en el lodo, el trabajo que definitivamente les encumbró.
El título del álbum hace referencia a la película de nombre similar dirigida por Stanley Kubrick, pero donde Zatu (mc) y Acción Sánchez (DJ) cambian “espacio” por ese barro en el que hasta entonces estaban enfrascados y del que no habían podido despegar. Éste, junto a sus dos LP anteriores Siempre Fuertes y Desde los chiqueros, conforman un estilo más o menos unitario, con Zatu adoptando la figura de “El Ingeniero”. Una forma de hacer hip-hop más oscura, donde una voz forzada por el propio MC acentuaba esa sensación.
De aquella época quedan cortes tan importantes en la discografía del grupo andaluz como ‘A mí no me lo cuentes’, ‘Desde los chiqueros’, ‘Rap romántico’ o ‘Las Vocales’ y colaboraciones de artistas ya consagrados en ese momento, como Violadores del Verso o Frank-T, además de otros nombres potenciados por este impulso como Juaninacka, La Mala Rodríguez o Tote King.
Al mando
Dentro de que el hip-hop seguía siendo en esos finales de los 90 un mundo minoritario, SFDK cogió la batuta y se convirtió en referencia autonómica y a la vez estatal de esa gran segunda generación de raperos en España, que llegaron tras bandas como CPV o 7notas7colores. La escuela de Sevilla, a los que habría que añadir artistas como Dogma Crew, Shotta o Zero Positivo, han hecho que el hip-hop de nuestro país sea imposible de explicar sin hablar de la capital hispalense. Y sobre todo, sin hablar de SFDK.
Y todo empezó, sobre a lo que a visibilidad se refiere, en ese 2003 y con ese 2001 Odisea en el lodo, quince canciones que hacen de este trabajo el “CD franquicia” de su carrera. La maestría de Acción Sánchez en los platos, ayudado en algunos temas por El Jefe de la M y Big Hozone, se pone al servicio del talento de Zatu, que transforma en flow el duende que tiene esta región del sur.
«El diablo de alma buena”, otro de sus apodos, siempre se ha subido a las bases con una elegancia difícil de igualar, con un estilo a la hora de rapear que ha hecho que no siempre le sea necesario dar un gran mensaje para clavar una rima tras otra y dejar la sensación de hacer canciones redondas. De Odisea en el lodo sobre todo tres temas se han quedado en la memoria de sus seguidores: ‘¿Dónde está Wifly?’, ‘El liricista en el tejado’ y «Yo contra todos».
El vacile, el ego y el libre albedrío, sellos todos ellos del hip-hop, pueden encontrarse en estas letras por momento vacías pero de buen ritmo, que son contundentes, completas y/o irónicas en otras estrofas. SFDK siempre ha demostrado hacer rap por diversión y para lograr ese mismo efecto. Muy recomendable de escuchar cuando es necesario vaciar la mente.
Adiós a El Ingeniero
Dos años después, inaugurando una nueva etapa, llegó el álbum 2005, fiel esta vez sí en el título al momento de su publicación –no como el CD anterior-. Los sevillanos crearon su propio sello discográfico (SFDK Records) y Zatu pasaría a ser apodado como El niño Güei, donde rapearía sin forzar su voz. Éste es el trabajo que más ventas les ha reportado (más de 40.000) pero que también más discusiones causó en el seno de sus fans, a causa de un supuesto cambio de estilo hacia la comercialidad.
La relación de conceptos con las que se suelen clasificar a los grupos de música que consiguen dar el salto a la “fama” es la siguiente: ANTES DE LA MISMA (anonimato – pobreza –escena underground – calidad no valorada); DESPUÉS DE LA MISMA (estrellato – riqueza – apertura de mercado –rendición y comercialidad). Quédense con esto si creen que pasó esto, pero el caso es que ellos ese punto de inflexión y debate lo tuvieron aquí.
Otros cuatro CD más -el último, «Redención«, ha sido publicado en 2018-, diversas colaboraciones y varios temas colgados en Internet completan el resumen del grupo. Esto es, grosso modo, SFDK hasta la fecha, uno de los grupos imprescindibles del hip-hop en España (y en español). Es por tanto recomendable volver a la más tierna infancia y chapotear en el lodo junto a Zatu y Acción Sánchez.