Ahora ya sí pasamos a hablar de la Fuente de las Hadas, que ha cumplido hace poco 15 años desde que fue inaugurada (2003). Creo que te llevó dos años de trabajo el realizarla ¿Cómo fue el proceso?
Manos a la obra, nueve meses. Los dos años son con la gestión de la idea, la maqueta…En la Piazza Navona hay dos fuentes a los lados más pequeñas. Los vasos de esas fuentes están calcados para Las Hadas. Los bolardos y las cadenas están por toda Roma (durante la charla, Pilar nos había explicado que Nieves había bromeado con el concejal de Economía con hacer una fuente aquí como las de Roma). Después yo hice el resto de diseño y los ingenieros calcularon los pesos. Trabajaba en dos talleres paralelos: íbamos un poco contrarreloj y mientras sacaban un molde de la fundición, yo iba haciendo otra.
¿Conocías el libro de “Las Hadas”, de María Luisa Gefaell?
Sí. Cuando me encargaron la fuente, pensé que tenía que ser algo que gustase a todo el mundo y que no tuviese tinte ni político ni religioso ¿Qué gusta aquí? Las hadas y la historia del pueblo. Creo que la mayoría en Villaviciosa conoce el libro y como se cumplía aniversario (en 2003 se cumplían los 50 años de publicación del libro) presenté las maquetas en el Ayuntamiento y gustaron. Cada hada está basada en un capítulo del libro y tiene su por qué. Por ejemplo, el hada de la tierra va de puntillas y por donde va pasando, van saliendo flores. Cuesta mucho que una estatua de 200 kg se sujete en un solo punto y por eso lleva flores. O el de la sierra, que dice que se están llevando las piedras a Móstoles, señala hacia allí…
Y después de aquello, y dando clases además como estabas ya dando en colegios, llegó el dilema de cómo compaginar docencia, escultura y familia
La enseñanza y la familia me han quitado más tiempo. Tengo dos niños, que ya son mayorcitos. Quiero retomar ahora más la escultura. El problema es que la escultura requiere de mucha fuerza física y los años ya han pasado… Hay que pensar en otros tamaños y eso.
¿A día de hoy tienes algo en la cabeza o esculpes bajo encargo?
Hasta ahora, toda mi vida, ha sido bajo encargo, salvo los trabajos de la universidad. ‘La Bailarina’, de hecho, es un trabajo de la universidad. Cuando yo acabé la carrera, me incluyeron en una guía de la Comunidad de Madrid de jóvenes artistas por la obra de Joaquín Rodrigo. Pilar, que estaba de alcaldesa entonces, me propuso montar una exposición en el Salón Cívico. Y la montamos con los dibujos, retratos, etc que tenía. La que más le gustó a Pilar fue ‘La Bailarina’ y, como agradecimiento, yo la regalé al pueblo.
Dentro de tu obra, ¿cuáles son los materiales y técnicas más utilizadas?
Mi estilo sobre todo es el del retrato. En el mundo de los encargo, junto a los bustos, es lo que más he hecho. El material que más he utilizado ha sido la fundición en bronce. Yo modelo en barro o en plastilina, se le saca el molde y se funde. También he tallado en madera, piedra y soldadura.
¿Consideras las impresiones 3D esculturas?
Sí sí, claro. Por ahora las impresoras imprimen plástico pero hay robots que tallan.
¿Tú te has adentrado en ese mundo?
Lo conozco y sabría cómo trabajarlo, porque soy profesora también de nuevas tecnologías y enseño a los chicos a manejar ese tipo de impresoras. Pero una impresora siempre necesita un escultor detrás. Es verdad que nos van a sustituir, pero pierde mucho. No es lo mismo tallar al tamaño natural que va a quedar a modelar en un tamaño pequeño y que un robot te lo amplíe. Esa perspectiva se pierde completamente
Entiendo, entonces, que no descartas su utilización en el futuro
Si quisiera dedicarme 100% de manera profesional, sí. Para ser competitiva, hay que meterse en ese mundillo de los robots y del diseño con el ordenador, modelando con el ratón. Ya existen tabletas tridimensionales que probablemente en unos años permitan modelar en el espacio con guantes.
Así que a lo mejor dentro de unos años podemos ver una nueva escultura de Pilar Cuenca en Villaviciosa
En Villaviciosa no creo (ríe). Hubo un boom con las esculturas, casi una competición. Cada escultura tiene una historia detrás, eso sí. El mundo político no tiene nada que ver con el mundo del arte. Son como las galerías: una cosa es el arte y otra cosa el mercado. Los alumnos me dicen: “cuando yo pinto un ‘rallajo’ en un papel, eso es arte” y yo les digo que sí, que lo es, y otra cosa que valga dinero.
Los grandes inversores o mecenas ya no son los ayuntamientos
Por ética hay que cubrir otras necesidades, antes que decorar. Dentro del Plan Prisma antes había una partida que era de arte, que si no lo dedicaban en esos momentos, ya después no lo podían gastar. A mí me llamaron muchos ayuntamientos contándome eso. Hoy en día la financiación tiene que ser privada, grandes empresas o particulares.
¿Qué se siente al pasear por el pueblo y que haya una fuente que dé la bienvenida a los visitantes, la citada bailarina y el bajorrelieve a la entrada al Forestal?
Mucha satisfacción. Uno a lo que todo el mundo quiere llegar en su carrera artística yo llegué muy pronto. Y también un poco de pena de ¿por qué no he seguido? (ríe y luego se crea un silencio) Tienes la sensación de haber dejado tu huella. Me gustaría que la gente lo conociese más, lo que hemos hablado antes del significado y eso haría que se respetase más.
A lo mejor que hubiese un recorrido turístico. Yo eso lo hago con los alumnos: llevarles a la Plaza, a la Bailarina, contarles el cuento de Las Hadas y luego nos vamos al Forestal, más tarde a Godoy y hacemos unas acuarelas…El relieve del forestal es una vista aérea a escala. Te puedes ir situando árbol por árbol. Si se le explicara a la gente, lo cuidarían más. Al poco de inaugurarse la fuente rompieron un hada; otro día la pintaron, echaron gel…
Para terminar quería preguntarte por tu obra escultórica favorita que se pueda ver en Madrid
“El monumento a Emilio Castelar”, de Mariano Benlliure , que está en la Castellana.
Escultor o escultora cuya obra merezca mayor relevancia
Camille Claudel. Es la muy poco conocida escultora amante de Rodin. Hizo obras muchísimo mejores que las suyas, pero él la tuvo aplastada y subyugada, hasta el punto que la volvió loca y la ingresaron en un manicomio. Incluso muchas de las obras que se atribuyen a Rodin se creen que son de Claudel.
Lee aquí la primera parte de la entrevista a Pilar Cuenca
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