Eleuterio Anguita, más conocido como Lute Anguita, fue un conocido ciclista en la década de los 90, en cuyo palmarés constan dos campeonatos de España amateurs y una etapa de la Vuelta Ciclista a España. Siempre ligado al ciclismo, siempre ligado a Boadilla, en la actualidad es presidente de la peña ciclista que lleva su nombre, afincada en el municipio, y que tiene como objetivo promover la bicicleta entre los vecinos. En esta primera parte hablamos con Lute, amable y muy cercano desde el primer momento, sobre su pasado en el mundo de las dos ruedas.
Pregunta: Queremos empezar por el principio. Conoce Boadilla desde hace más de 35 años. A la familia Anguita le trae a esta localidad su padre, cerrajero de profesión, que tenía aquí un taller ¿Qué recuerdos tiene de esa época?
Respuesta: El taller estaba en el polígono Ventorro del Cano. Cuando empezamos a venir a Boadilla, no a vivir porque eso fue posteriormente, había ovejas en el casco antiguo. Ahora están las ovejas bombero, pero no es lo mismo (risas). Toda esta zona que estamos viendo tú y yo (la entrevista se realizó en el restaurante Rincón Castellano, en el Centro Comercial Giraldo, Anguita señala hacia los nuevos desarrollos) no existía absolutamente nada. Era un pueblecito muy pequeño.
Entiendo que, quizá, las primeras pedaladas de su vida las dio por Boadilla ¿puede acordarse de dónde fue?
Fue un verano, en Ventorro del Cano, donde tenía el taller mi padre. Yo me acuerdo de bajar a diario desde el polígono a Boadilla a comprar el pan. Y eso, sí, fue hace más de 35 años. Se puede decir que empecé en esto de la bici en Boadilla.
Fue su padre, posteriormente creador del Club de Ciclismo de Boadilla, el que le mete el gusanillo de la bicicleta.
Claro. Mi padre, en sus tiempos, montaba en bicicleta. Lo hacía en Almodóvar del Campo, un pueblecito de Ciudad Real de donde eran mis padres. Luego, cuando se vinieron aquí por cuestiones de trabajo, lo de coger la bicicleta se volvió incompatible. En el polígono conocí a Juan Guillén, que tenía un almacén de madera, y me metió por primera vez en una peña ciclista, la Laudelino, en Carabanchel. Y a partir de ahí va rodando todo.
Siendo amateur, gana sendos campeonatos de España de fondo y pista ¿Ahí es donde se da cuenta de que se puede dedicar profesionalmente al ciclismo?
Posiblemente sí. Primero, como cualquier niño, practicas el deporte como hobby y luego en cadete o juvenil, después de ganar algunas carreras, te vas dando cuenta de que se te da bien. En el campo amateur, que sería como la 2º división en el fútbol, en mi primer año fui campeón de España en pista en Barcelona. Ahí empecé a tomarme en serio, o a pensar en dedicarle mucho más tiempo a la bicicleta para llegar a ser profesional. El segundo año conseguí el de carretera, el más importante, el que te da el impulso para que varios equipos se fijasen en ti. Fui otro año más amateur y ya al año siguiente pegué el salto al mundo profesional.
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La segunda parte continúa aquí.