Mireia Belmonte llegó hace unos años a la natación española como la ola de Lo imposible. Para arrasarlo todo. Gran abanderada del deporte femenino, sobre el que se ha apoyado el olimpismo de nuestro país tanto en Londres 2012 como en Río 2016, su aparición fue, por supuesto, una bendición. No obstante, cabe aclarar que la reina absoluta de los 200 m mariposa no llegó a un páramo. Ni a un mar en calma, ya que hablamos de natación. Las aguas en España se movían, y parte importante de esas brazadas las daba Erika Villaécija.
A principios de siglo, la catalana compartió el protagonismo de este deporte en España con Nina Zhivanevskaya. La relación podría compararse con Arantxa Sánchez Vicario y Conchita Martínez, siendo Villaécija esta última.
Puedes leer el resto de la noticia en A la contra pinchando aquí abajo
Las aguas que se movían antes de Mireia Belmonte: se retira Erika Villaécija