Holanda se mete en la final tras vencer a Suecia en la prórroga (1-0). Después de llevarse por delante a España, Francia e Inglaterra, Rapinoe, Morgan y compañía deberán superar el bastión final del Viejo Continente: sus campeonas.
La historia de los Mundiales está llenos de ejercicios de supervivencia, de equipos que sin brillantez llegan a las rondas finales e incluso ganan los campeonatos. Algo así seguramente se escribirá de Las Leonas en los próximos años, que ha puesto por encima del juego el pragmatismo y su pegada. Este miércoles dos nombres tienen sus heroínas: la guardameta Van Veenendaal, quien ha mantenido a las suyas vivas durante el tiempo reglamentario, y Groenen, la centrocampista que ha marcado el tanto más importante del fútbol femenino holandés, a la par seguramente que los cuatro que marcaron hace dos años en la final del Europeo. A la vez que el balompié practicado por mujeres ha despegado, se ha puesto a la vanguardia del mismo los Países Bajos, que está por ver si rompen el maleficio que les persigue a sus homólogos masculinos en finales de los Mundiales.
El guion del encuentro fue por lo general plano. Arrancó el choque igualado en lo relativo al reparto de balón, pero con las escandinavas creando más peligro. Blackstenius, Fischer y, especialmente Hurtig, protagonizaron los acercamientos de las actuales subcampeonas olímpicas. Y empezarían a plasmarse dos repeticiones: el peligro se cocinaría a balón parado y Van Veenendaal emergería como figura clave.
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Foto: cordonpress.com