Si pudieses volver al pasado ¿qué cambiarías? Ésa debió de ser la pregunta que resonó en la cabeza de King antes de ponerse a escribir una de sus novelas menos macabras y más históricas y de ciencia ficción a la vez. El de Maine se aventura en ‘22/11/63‘ a recrear la atmósfera previa al asesinato de John Fitzgerald Kennedy, lo que hubiera supuesto una intervención para evitarlo y el posterior mundo con JFK. Él, tan amigo de las muertes y los derramamientos de sangre, esta vez se deja llevar por su declaradísima defensa demócrata y apuesta por el pacifismo. El «I have a dream«, del también malogrado Martin Luther King -asesinado con menos de cinco años de diferencia respecto a Kennedy-, lo hace suyo sobre el papel el autor de ‘It’ o ‘Carrie’ en este thriller, publicado en 2011, y respaldado por crítica y público.
Más cercana a «El Ministerio del Tiempo» o a la sospechosa «Timeless» que a «La máquina del tiempo» de H.G.Wells, la novela de King tiene como tema principal el planteamiento, tan existencial y tan humano, de querer jugar a desandar lo andado y a enmendar los errores. En «22/11/63» no lo hace para referirse a los propios, en este caso los de un profesor de literatura llamado Jake Epping, sino para escribir la historia de una manera diferente a partir de la fecha que da nombre al libro ¿Qué hubiese pasado si Kennedy hubiera seguido al frente de los Estados Unidos? ¿Sería el mundo un lugar mejor?
No es un día cualquiera
La elección del momento histórico por parte de King ofrece, pensamos, un riesgo y una ventaja. En referencia a lo primero, y a pesar de la Comisión Warren y el paso de los años -quizá ambas cosas hayan corrido en contra de «la verdad»-, el asesinato de «Jack» Kennedy es uno de los episodios de la historia reciente que más se precia a especulaciones y a teorías de la conspiración. La abundante bibliografía al respecto -aunque en muchos casos totalmente contradictoria- y, por qué no, la llegada de Internet ha ayudado a alimentar el mito de las múltiples versiones, de la no claridad, que también podemos encontrar en acontecimientos made in USA como la llegada del ser humano a la Luna.
El autor, aquí, «arriesga» por el relato oficial: Lee Harvey Osvald, que logró su objetivo de entrar en los libros de historia, era un lobo solitario desequilibrado y paranoico. El King de los años 70 no se vio capaz de abordar tamaña labor de investigación para escribir la obra; el de principios de siglo XXI, ya totalmente consolidado, sí profundizó y se atrevió a posicionarse. Riesgo controlado, porque ya es quien es y por tirar por el camino más popular, pero riesgo al fin y al cabo. La ventaja, nacida de ese mismo punto de partida, es que, a muchas especulaciones, más posibilidades de crear un universo ficticio-histórico creíble.
Paradas antes de llegar a Kennedy
El «efecto mariposa», que también Hollywood nos enseñó a entender a través de una película, es un concepto recurrente en 22/11/63. Vale, aceptamos que podemos ir al pasado y modificar cosas pero…¿qué consecuencias tendrá eso sobre el presente? ¿es mejor el roto o el descosido? La novela de King nos posa sobre ese dilema, el de la casualidad o la causalidad, sobre si «todo pasa por/para algo» y el libre albedrío. En nuestra existencia, en la historia, presuntos pasos para atrás quizá no lo son tanto.
Porque tenía que pasar. Ya que todo es útil. Y es una enseñanza. Porque, si tocamos algo, no es que nos cambiemos a nosotros mismos solo… sino a muchas cosas que no podemos ni llegar a imaginar. Además, probablemente el retoque sea para peor. «Sed estoicos», nos parecen querer decir los artistas.
King vuelve la mirada hacia atrás para ser un dios fontanero bondadoso y, sobre todo, bienintencionado. Y es que Jake Epping no solo trata de salvar a Kennedy; también a varios casos más que se encuentra por el camino. Las cartas marcadas se las ha dado Al Templeton, que le descubre el secreto para viajar en el tiempo durante, como aquel que dice, su lecho de muerte. El agujero espacio-temporal se encuentra en la despensa del restaurante del propio Al y tiene algunas normas: el aterrizaje se produce en 1958, cada «regreso al futuro» produce un reinicio de lo que se haya hecho en el pasado -aunque siempre se dejan marcas- y que a la vuelta, se esté el tiempo que se esté en el pasado, solo habrán transcurrido dos minutos en el 2011 presente.
El profesor Epping descubrirá algunas más en su estancia, pero una especialmente importante: el pasado se defiende. O, como plantea King, «armoniza», es decir, trata de mantener el status quo. Como en la saga de «Destino final«, «lo que debería pasar» pondrá a danzar a su mano invisible para que eso, efectivamente, suceda.
Un pasado bien recreado
En la ecuación de 22/11/63 aparecen otros dos factores interesantes: la supervivencia de Jake en una época en la que no ha nacido y si salva o no a Kennedy, y las consecuencias de eso mismo. Stephen la resuelve con una de las primeras respuestas que solemos dar cuando especulamos con poseer poderes de adivinación. Además de su trabajo como maestro, Epping gana unos dinerillos extras apostando en competiciones deportivas (Al le ha dejado un cuaderno con chuletas). Pero entonces surge algo también muy humano: la avaricia. En los años 60, sin casas de apuestas o portales especializados, la mafia te podía partir las piernas si se sentía timada. Y eso puede fastidiar cualquier misión, incluido la de salvar al presidente de los Estados Unidos.
Sobre si lo logra, por supuesto, no nos vamos a pronunciar. Sí que nos gustaría apuntar que el escritor norteamericano crea un final sorprendente, distópico, hasta con una historia de amor muy bien resuelta. Esas dos palabras, historia y amor, se entrelazan como «deber» y «querer», «cabeza» o «corazón» y «mi propia vida» o la «humanidad» para darle el broche a esta novela relativamente atípica para ser de King, pero que sigue teniendo sus ingredientes clásicos de personajes atormentados/problemáticos, acción trepidante y Maine como centro del mundo.
La serie pierde puntos
Además de libro, 22/11/63 también es, desde 2016, serie. Protagonizada por James Franco, con la producción de la FOX y estando detrás de ella el propio autor, es una alternativa para los perezosos de las páginas, si bien advertimos de que hay cambios significativos con la novela y Epping es un bobalicón perdidísimo con muchos menos matices que el original.
Aunque, bueno, son ocho capítulos y ahora en verano se puede ver… Aún con todo para la playa, recomendamos el papel o el e-book.
Foto: elconfidencial.com
https://es.wikipedia.org/wiki/Comit%C3%A9_Selecto_de_la_C%C3%A1mara_sobre_Asesinatos
El Comité Selecto de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos sobre Asesinatos (U.S. House of Representatives Select Committee on Assassinations) o (HSCA) fue establecido en 1976 para investigar los asesinatos de John F. Kennedy y del Dr. Martin Luther King Jr.. Las investigaciones del comité duraron hasta 1978 y en 1979 emitieron el informe final.
(…)
El comité cree, basándose en las pruebas disponibles, que el presidente John F. Kennedy fue probablemente asesinado como resultado de una conspiración. El comité no fue capaz de identificar otros francotiradores o la extensión de la conspiración.
Aquí mencionamos las conclusiones de la Comisión Warren. El HSCA tampoco es especialmente en ese punto, ya que habla de «probabilidad» y no tienen claro quien pudo ayudar a Oswald. Muchas incógnitas, a día de hoy, todavía sin resolver.
Ayer me vi este reportaje, Fernando, por si te pudiera interesar. Me pareció serio. https://www.youtube.com/watch?v=uZjZ9PPors4
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