Recupero esta crónica que escribí hace más de diez años, cuando cumplí el sueño de ver a Oasis en directo y en concreto la canción que siempre cito como “mi favorita”: Wonderwall. Siempre es buen momento para cantarla y recordarla.
Miles de sensaciones, un escalofrío en la piel, con la certeza de que has vivido momentos inolvidables. Y da igual que ellos no dieran el cien por cien –no lo dieron ni de cerca aunque quizá es que nunca lo hayan hecho, que de los genios siempre se espera más-. No importa. Oasis al 60% me aporta más que la mayoría.
14.999 personas debieron sentir cosas parecidas a las mías aquella noche del 12 de febrero en el Palacio de los Deportes. Impaciencia primero, aunque no fueran especialmente “tardones”, y después un primer estallido al escuchar las primeras notas de Rock and Roll star, canción con la que los hermanos Gallagher empezaron su concierto en Madrid. Después, en un espectáculo que duró alrededor de 75 min, se pudieron escuchar la mayoría de clásicos de la banda británica, intercalados con muchas de las canciones de su álbum más reciente “Dig out your soul”. Temas como Lyla –muy coreado- o The importance of being idle, ambos del penúltimo disco de Noel y Liam “Don´t believe the truth” calentaban el ambiente y hacía que el concierto no perdiera ritmo en la espera de esos “megahimnos” que son muchos de los cortes de la discografía de los de Manchester.
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Foto: nme.com