Su nombre es Ángel Andrés Jiménez y arbitra en el fútbol base malagueño. A La Contra habla con el árbitro que ha introducido conceptos como el “VAR de la honestidad” para conocer sus métodos pro justicia y anti engaños. “El fútbol es un medio más que tenemos para crecer en valores”, afirma Jiménez.
Ángel tiene 41 años y es profesor de Secundaria y Bachillerato en el Colegio Maravillas de Benalmádena (Málaga). Empezó a arbitrar “antes que a jugar al fútbol”, nos cuenta, llegando a ser asistente en Tercera División. Allí estuvo tres años, para parar posteriormente cuatro: “el ambiente en el que yo me estaba moviendo y humanamente no me satisfacía. Mi corazón me dijo “basta” y que tenía que dejarlo”, confiesa el trencilla, que después ya apostó por quedarse en el fútbol base. Aquí es donde ha empezado su revolución, idealista y bonita como muchas, de cambiar la forma de concebir el fútbol y el arbitraje.
“El árbitro de la paz”, sobrenombre que le pusieron en el primer reportaje en TV que le hicieron y que le gusta, reúne antes de empezar los partidos a los dos equipos. Allí charla con los chicos para pedirles “respeto cuando hablamos entre nosotros” y les introduce el concepto del “VAR de la honestidad”: “Si ellos creen que me he equivocado, que me lo digan, siempre el equipo que se vea beneficiado”, explica, preguntando directamente cuando tiene dudas. “Que haya comunicación entre nosotros de manera que busquemos la justicia y no el engaño. Sin honestidad, no hay deportividad”, resume.
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“El árbitro de la paz” encabeza la cruzada por un fútbol honesto
Foto: Ángel Andrés Jiménez, “árbitro de la paz”. Fuente: www.silbanding.com