Djokovic no le ha dado ninguna opción al sudafricano, al que ha vencido por un doble 6-2. Juego sin grietas y en modo rodillo el de Nole. El de Belgrado optará este domingo, ante Zverev, a ganar su sexto Torneo de Maestros e igualar así a Federer.
El tenis se engloba dentro de los deportes entre los que, de ser analizado por la duración de los encuentros, más barata o más cara puede salir una entrada. Lo de esta noche ha sido de lo segundo. Y todo por culpa de Djokovic, que ha salido a la pista con ganas de volverse al hotel pronto de cara a descansar para la final.
Quien también ha descansado ha sido un espectador de la grada, al que las cámaras de televisión han cogido en varias ocasiones echándose una buena siesta. Siendo estrictos, ese dormilón no se ha perdido mucho más que todos los que han estado despiertos. Como decía Gonzalo Serrano en aquellas retransmisiones de la F1: “si parpadeas, te lo pierdes”. Y lo de esta noche ha sido un abrir y cerrar de ojos.
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