China ganó por la mínima a Sudáfrica (1-0) en un choque aburrido. El resultado no es malo para las de Vilda, que se jugarán el segundo puesto de grupo en la última jornada y les valdría el empate.
Lo esperable sucedió en el Parque de los Príncipes. Entre las perdedoras en su debut del grupo B del Mundial femenino se impuso China. Lo hizo, afortunadamente para los intereses españoles, con un marcador lo suficientemente corto para que a las nuestras les valgan dos de los tres resultados en el encuentro que les enfrentará el próximo lunes. El choque no es necesariamente fraticida ya que con un empate podrían ir los dos combinados a octavos (las de Vilda aquí serían segundas pero pasan las cuatro mejores terceras y China tendría cuatro puntos). Incluso cayendo la victoria para cualquiera de los lados le podrían salir las cuentas a la derrotada, aunque fuese a costa de un ataque al corazón mirando al resto de grupos.
Salieron las asiáticas, mejores en todos los aspectos, con una presión alta sobre Sudáfrica, que no se dejó amedrentar y trataba de sacar tocada la pelota desde atrás. En un choque sin grandes ocasiones, las de Xiuquan probaban tiros que siempre se iban encima de la portería de Swart, quien debutaba bajo el arco de las Bayana Bayana. Su papel, seguro al principio con un buen despeje de puños, se acrecentaría al final del partido con dos paradas de mérito.
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