Nos adentramos en todo lo que rodea a las batallas con estos gallos veinteañeros -algunos ni llegan a eso- que aspiran al trono de mejor improvisador español.
«Entre hermanos, sueños y partidos de baloncesto crecí”, apunta uno de los raperos españoles más importantes, Nach, en una de sus canciones referencia, “El Cuentacuentos”. Red Bull ha citado a los medios, como calentamiento para la final nacional, en las canchas de baloncesto de Pacífico, en pleno centro de Madrid y en un ambiente callejero. La pista está debajo de un puente –y menos mal, porque la mañana ha salido muy lluviosa- y los aledaños conforman un entorno de cultura urbana estándar: vías de tren cercanas, muros con graffitis, un skate park… Es jueves por la mañana y los únicos que prueban a meter triples o a hacer parkour son los dieciséis gallos que lucharán este sábado por el ser el mejor de España y representarnos en la final internacional de Argentina el próximo 4 de diciembre.
Arrancamos
Los raperos interrumpen sus tiros a canasta según los medios los llaman. Saben a lo que vienen y que su reputación se la juegan también cuando están delante de un micrófono debajo del escenario. Acostumbrados a comunicarse a través de las redes sociales o de ser entrevistados por gente del propio mundo del hip-hop, se acercan al que les va a preguntar con una simpatía, cercanía y agradecimiento que parecen muy sinceros. Aunque en el caso de varios vivan del freestyle, la juventud hace que no olviden que esto que están viviendo es un juego, por más que el rap sea competición y estén ante –quizá- la prueba que más les pueda hacer despegar en su gremio.
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Chavales antes que raperos: una mañana con los Gallos antes de la final de Red Bull
Foto: Los dieciséis gallos que este sábado se batirán en la Red Bull Batalla de los Gallos edición 2018. Fuente: Red Bull